lunes, 14 de abril de 2014

DÍA DE LA TIERRA Y LA DESTRUCCIÓN DE SUS RECURSOS.

La Lucha por los Recursos Naturales
Por Lic. Carlos A. Pereyra Mele
Publicado digitalmente: 1ro de octubre de 2006
En el número 4 de la Revista Vértice de octubre del año 6, dos artículos plantean el tema del Recurso Estratégico “Agua Dulce”, que se transformo ya no en un bien común de la Sociedad global sino en un bien Estratégico.

Pero para establecer esta idea de los conflictos por el control de los Recursos Naturales (Tierras, Energía, Agua y Biodiversidad), ahora todos dentro de la categoría de estratégicos a nivel global. Debemos partir de el fin de la lucha ideológica que enfrento al Capitalismos y el Comunismo, Liquidada la bipolaridad con la caída del Muro de Berlín en el 89 y la implosión de la Unión Soviética en el 91, las relaciones internacionales comenzaron a pesar más por las tensiones geopolíticas que los criterios ideológicos. Y por ello quedo expedito a nivel global el predomino una sola Súper Potencia Militar capaz de mantener tres conflictos bélicos en distintas regiones del Globo terráqueo que afectara “Su Seguridad” a la vez. Sin comprometer su capacidad militar, en este marco EEUU bajo las administraciones especialmente de los gobiernos Republicanos, pero también bajo el Presidente Clinton desarrollaron una política de expansión de su complejo industrial armamentista tecnológico. Vuelven entonces por sus fueros los criterios geopolíticos y geoestratégicos en el análisis de las relaciones internacionales, esto se realizo bajo los siguientes principios básicos de los “tanques de ideas” que luego gobernarían a Estados Unidos de Norteamericana:
“Incrementar significativamente el gasto en defensa si queremos hacer frente a nuestras responsabilidades globales hoy y modernizar nuestras fuerzas armadas para el futuro. Fortalecer nuestros lazos con los aliados democráticos y enfrentar aquellos regímenes hostiles a nuestros intereses y valores. Promover en el exterior la causa por la libertad política y económica. Aceptar la responsabilidad del papel exclusivo jugado por América en preservar y extender un orden internacional favorable a nuestra seguridad, nuestra prosperidad y nuestros principios.”
Al mundo de hoy lo podemos esquematizar así: Una globalización severamente agravada por el unílateralismo de Estados Unidos, el mundo se está dividiendo en cuatro niveles diferentes.
1. Nivel supremo. Supremacía absoluta (o casi) de EE.UU. 2. Nivel de elevada autodeterminación. Allí se encuentran sólo la Unión Europea y Japón. 3. Nivel de resistencia. Ahí están China, India y Rusia, que tienen capacidad de limitar la interferencia de la globalización en su propio territorio. O sea tienen autodeterminación interna y muy limitada autodeterminación externa. 4. Nivel de dependencia. El resto de los países.
En este marco es que debemos analizar los conflictos actuales y a los futuros, es después del llamado 11S (atentado a las Torres Gemelas), que EEUU lleva adelante lo que la misma administración declaro como “Guerra Infinita” contra lo que unilateralmente declara Estados Malignos con su definición de “Eje del Mal”. Para ello a establecido cerca de Mil Bases Militares en alrededor de 180 Países e inicio dos guerras la de Afganistán e Irak.
Con esta metodología Los EEUU intenta por consiguiente establecer su permanente superioridad no solo Militar sino Económica y el fin ultimo, es el control de Recursos Naturales renovables y no renovables, pues al tener el control de los mismo, primero se asegura su provisión y segundo controla los desarrollos de posibles competidores. Pero están surgiendo nuevos “Espacios Continentales Económicos” caso de China, Rusia y es muy probable que India integre ese Bloque Geopolítico próximamente, a los que debemos sumarle la Unión Europea y Japón, que ubicarían a (China, Rusia e India) a nivel de elevada autodeterminación como son los dos antes nombrados y no en el de resistencia en que se encuentran en este momento. Y ello conllevaría al triunfo del Multilateralismo sobre el actual Unilateralismo Global. (La Posición más positiva para Argentina y sus Socios).
Creo que seria ocioso volver a destacar la importancia estratégica del tema Agua Dulce, en el caso Argentino, que muy claramente analizan el Cnel. Ferrer en las páginas 40 y 41 y del Sistema Acuífero Guaraní, Jorge Santa Cruz en las Páginas 42 a 47 de la antes mencionada “Vértice Económico” Año 2, Nº 4.
Este análisis previo nos lleva a considerar la falta de capacidad de pensamiento estratégico en Argentina (Publico y Privado), En el mundo globalizado de nuestros días, contar con una visión de país de largo plazo constituye un activo estratégico valiosísimo, ya que en él compiten las naciones y las empresas, con acervos de capital de toda índole. En efecto, la mayoría de los países que durante las últimas décadas han tenido las tasas más altas de crecimiento económico y desarrollo son precisamente aquellos que han contado con una visión nacional de mediano y largo plazo acompañada de las correspondientes políticas de Estado.
¿Por qué mi preocupación? Porque coincido con el pensador Francés Alain Touraine, en la hipótesis sobre cómo analizar los nuevos paradigmas del mundo después del 11 de septiembre: “Estaríamos asistiendo al paso de la lógica de la sociedad a la lógica de la guerra. La potencia hegemónica, Estados Unidos, ha decidido no resolver más los problemas por la vía diplomática y por el diálogo sino por la intervención y por la guerra, llevada, si fuera preciso, a cualquier parte del mundo.”
Esta estrategia se enmarca dentro de la actual dinámica de la globalización económico-financiera, que no quiere saber de ningún control o regulación social y política. Exige campo abierto para hacer la guerra de los mercados.
Esa lógica la podemos comprobar en casi todas las regiones del mundo, también observamos que el despliegue militar de Estados Unidos es coherente con estos enunciados. Esta hipótesis relativa a nuestra región y área de influencia nos debe importar por los intereses en juego. Es necesario analizar los hechos en un correlato de acontecimientos ya que en forma aislada y fuera de contexto, parecen de escasa importancia, mientras que en conjunto nos indican que la tesis de Touraine también se cumple aquí.
Si se permite -además- que los mismos desarrollen una dinámica sin nuestro control, seguramente derivaran en acciones contrarias a nuestros intereses nacionales y los del continente Suramericano.
Por ello, saber que el despliegue de unidades militares de USA en Paraguay, con su Base en la Localidad de Mariscal Estigarribia, las Maniobras “antiterroristas” efectuadas este año en ese País organizadas por el Comando Sur de EE.UU., que están en la supuesta “zona conflictiva” denominada Triple Frontera, con Monitoreo del Acuífero Guaraní y de un Estado “fallido” como denominan algunos asesores del Gob. de USA, que es rico en Gas y Petróleo como es el caso de Bolivia, debe en principio dar luces de precaución ante este mundo en lucha por los Recursos Naturales.
Para tener una idea mas concreta de que estamos hablando algunas cifras para tener en cuenta sobre nuestro Continente Suramericano: Tierras: reservas cultivables en gran cantidad y bajo suelos degradados, Energía: 11% reservas de Petróleo 15% de la producción mundial del crudo, 6% de las reservas de Gas y el 20% del potencial mundial de recursos hidroenergeticos, Agua: 20% del agua dulce del planeta el Acuífero Guaraní es el tercero del mundo y Biodiversidad: el Pantanal de Matto Grosso es la mayor extensión húmeda del planeta y la mayor reserva de biodiversidad del planeta, en Argentina la mayor biodiversidad están en las Yungas –Salta-Jujuy- y en la selva Misionera)
Tener presente el despliegue en la región del Continente Suramericano de Bases Militares de USA que es la siguiente: Aruba Base Reina Beatriz; Curazao Base Hato Control de Venezuela, Colombia Bases aeronavales El Arauca, Tres Esquinas; Larandia y Puerto Leguizamon todos estos dentro del “Plan Colombia”, Ecuador Base Aeronaval de Manta, Perú Base Fluviales Iquitos y Nanay, Paraguay Base mariscal Estigarribia y por ultimo la Base de su socio Estratégico El Reino Unido de Gran Bretaña con su Base Militar Malvinas. Como podemos apreciar los Recursos Naturales están bien rodeados y controlados y no estamos hablando de teorías conspirativas sino de realidades concretas verificables como son Los Recurso Naturales de Suramérica y el despliegue de Bases Militares
Por ello, En suma, la experiencia comparada mundial evidencia que el desarrollo (y no el mero crecimiento económico) de un país es más exitoso cuanto mayor es el compromiso por parte de todos los actores (políticos, económicos, sociales) en impulsarlo con una visión estratégica consensuada de mediano y largo plazo. De ahí la importancia de comprender que su construcción, lejos de ser la tarea de un solo hombre, de un solo partido o de un solo sector, debe verse como el compromiso de toda la sociedad expresado a través de sus diversos actores, sectores e instituciones. Sólo así, tal compromiso será exitoso y sostenible en el largo plazo.
En este marco y teniendo en cuenta los nuevos “Espacios Continentales Económicos” considero que dado la actual Globalización, nuestro pensamiento Estratégico y Geopolítico debe estar direccionado a alcanzar el nivel de resistencia y que nos permita
Ser con autodeterminación interna. Debemos trabajar la idea de la profundización de nuestros acuerdos regionales, por encima de quienes momentáneamente conduzcan los destinos de cada Estado del Continente y si desarrollar al máximo nuestras potencialidades porque; si hay un nuevo multilateralismo, la formación de un sistema Suramericano de cooperación basado en el núcleo duro del MERCOSUR (Argentina, Brasil y sus socios Uruguay y Paraguay y Venezuela, desde la construcción del MERCOSUR, tienen observables condiciones para subir del nivel de dependencia al de resistencia... siempre que se hagan las cosas apropiadamente. Es una oportunidad única que todavía nos ofrece la historia), nos permitirá un nivel de interlocución internacional muy importante con un “Espacio Continental Económico” Propio. Y así realmente poder disponer de los recursos que a corto tiempo nos serán demandados.
Lic. Carlos A. Pereyra Mele
Politólogo y Especialista en Geopolítica Suramericana del CEES
Córdoba, 28 de septiembre de 2006.



Las guerras por el control de los recursos naturales
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Escrito por Mabel González Bustelo   
sábado, 20 de septiembre de 2008 a las 09:50
(*) Por Mabel G. Bustelo - Safe Democracy Found.
La abundancia de recursos naturales ha contribuido a alimentar conflictos armados en un buen número de países en desarrollo.
 Se trata principalmente de recursos minerales como el petróleo, los diamantes y otras piedras preciosas, pero no solamente: la lista incluye las maderas nobles, productos agrícolas como el cacao y drogas ilícitas como la cocaína y el opio.
 Desde Angola y la República Democrática del Congo (RDC) a Camboya, pasando por Afganistán o Colombia, un buen número de países han sufrido y sufren conflictos relacionados con el control de los recursos.
Aunque en algunos casos muy graves estos conflictos finalizaron, otros siguen en marcha y muchos más pueden surgir en el futuro si no se abordan de forma eficaz.
 La explotación de los recursos es uno de los factores que explican por qué las guerras contemporáneas tienen un 90 por ciento de víctimas civiles.
 Si el objetivo son los recursos, ganar los corazones y las mentes pasa a un lugar secundario. Más aún, para establecer y mantener el control sobre esos recursos es necesario el sometimiento de la población que vive en la región, o bien usar el terror para expulsarla.
 El reclutamiento forzoso de niños soldados se inscribe en esta lógica de terror, así como las mutilaciones y los actos de intimidación.
Son varias las formas en que los recursos y los conflictos se interrelacionan.
En algunos casos, contribuyeron a financiar y prolongar guerras que se habían iniciado por otros factores (como confrontaciones ideológicas o demandas de regiones o grupos que se consideraban abandonados por el Estado).
Tras el fin de la Guerra Fría, el apoyo de las dos superpotencias a sus aliados en el Tercer Mundo disminuyó o desapareció, al quedar superada la confrontación bipolar.
Los bandos en lucha se vieron así obligados a financiar la contienda con recursos locales, lo que incluye prácticas delictivas como el saqueo a la población civil o los secuestros, la apropiación indebida de ayuda humanitaria, el tráfico de drogas, y la extracción y venta de recursos naturales.

 En Angola, los dos bandos se financiaron respectivamente con el petróleo y los diamantes. Paradójicamente, en Mozambique, un país vecino con una guerra gemela y que no disponía de estos recursos, fue más fácil la consolidación de la paz cuando cesaron los apoyos externos.
Explotación y víctimas civiles


Otros conflictos tienen una relación incluso más directa con los recursos. Ciertos grupos alegan exclusión política o negación de derechos para iniciar la lucha, aunque en realidad pretenden lograr el control de ciertos recursos naturales (a menudo, la única fuente posible de ingresos en sociedades como muy escaso desarrollo económico). El objetivo de tomar el poder es, en estos casos, secundario o inexistente, ya que el fin principal es mantener el control de esos recursos. Un ejemplo de este tipo de conflicto fue el de Sierra Leona.
La tercera forma en que se relacionan ambas variables tiene que ver con las consecuencias de la extracción comercial de recursos. A menudo los beneficios derivados de la misma van a parar a las manos de una pequeña elite que controla el poder y que los usa para su provecho personal y no para el bienestar colectivo. Por el contrario, las poblaciones afectadas sufren las consecuencias de esa extracción (deterioro del medio ambiente, imposibilidad de continuar con las actividades tradicionales como caza o pesca, expropiaciones de tierras…), pero no son consultadas ni reciben compensación por ello. “En Sierra Leona, los diamantes fueron el detonante del conflicto y sirvieron para sostenerlo durante años” Esto puede dar lugar a conflictos, como ha ocurrido en Indonesia o en el delta del Níger.
La explotación de los recursos es uno de los factores que explican por qué las guerras contemporáneas tienen un 90 por ciento de víctimas civiles. Si el objetivo son los recursos, ganarlos corazones y las mentes pasa a un lugar secundario. Más aún, para establecer y mantener el control sobre esos recursos es necesario el sometimiento de la población que vive en la región, o bien usar el terror para expulsarla. El reclutamiento forzoso de niños soldados se inscribe en esta lógica de terror, así como las mutilaciones y los actos de intimidación.

Algunos casos

Los diamantes jugaron un papel central en algunos conflictos de gran brutalidad, como Angola o Sierra Leona. En Angola, se calcula que los rebeldes de UNITA obtuvieron unos ingresos en torno a 4.000 millones de euros entre 1992 y 1998 con la venta ilegal de estas piedras preciosas.
En Sierra Leona, fueron el detonante del conflicto y sirvieron para sostenerlo durante años. En Liberia, el señor de la guerra Charles Taylor (hoy procesado por crímenes de guerra en el tribunal especial para Sierra Leona) utilizó las maderas nobles y diamantes procedentes de Sierra Leona para financiar su guerra, que provocó una cifra de 250.000 muertos. Lo mismo siguió haciendo después de su elección como presidente en 1997.

Y en Camboya, los jemeres rojos y otras facciones armadas financiaron su rebelión con recursos procedentes de la venta ilegal de madera y piedras preciosas.
La guerra de la República Democrática del Congo (RDC), y la violencia que aún hoy continúa activa en el este del país, se explican en gran parte por la disputa entre actores internos y externos por controlar la inmensa riqueza de esta zona en recursos minerales: oro, diamantes, coltán, casiterita, cobre, cobalto, madera… Quien controla a las milicias que a su vez controlan las minas obtiene grandes beneficios por la venta de estos recursos, y esto incluye a sectores políticos ligados a los Gobiernos de la propia RDC y otros como Uganda y Ruanda. Eso explica también las dificultades para avanzar en los programas de desmilitarización, y de desarme y reinserción de ex combatientes.
El petróleo está en muchas ocasiones asociado a la corrupción y permite que los Gobiernos obtengan ingresos importantes sin necesitar el apoyo de la población ni un sistema eficaz de recaudación de impuestos. A menudo este dinero, y las comisiones y sobornos que pagan las industrias extractivas, también contribuyen a financiar la violencia. China compra en torno a dos terceras partes de las exportaciones de petróleo de Sudán, y es la principal proveedora de armas al Gobierno sudanés a pesar de su responsabilidad en el conflicto y la crisis humanitaria de Darfur.


Costa de Marfil


Este país era considerado el milagro africano por su estabilidad política y económica, a pesar de estar rodeado de países en conflicto. Pero en 2002 un motín dentro de las Fuerzas Armadas escaló hasta convertirse en una rebelión a gran escala. Después de varios acuerdos de paz fallidos, el país quedó dividido en una zona norte controlada por los rebeldes y el sur controlado por el Gobierno, separados por tropas de mantenimiento de la paz de la ONU y efectivos franceses.
Los recursos han jugado un papel clave en este conflicto. Las fuerzas rebeldes explotaban las minas de diamantes, cuyo producto enviaban al mercado internacional a través de Guinea y Mali, y recaudaban fondos procedentes de los cultivos de cacao y algodón. Algo similar ocurrió en las áreas controladas por el Gobierno. Costa de Marfil exporta el 40 por ciento del cacao mundial y la mayoría de las plantaciones están en el sur. La ONU estimó que al menos el 20 por ciento del gasto militar del Gobierno estaba financiado por la industria del cacao.
El cacao está también en el origen del conflicto. Su producción se basó en la disponibilidad de mano de obra barata y de bosques vírgenes, y se incentivaba la llegada de trabajadores de países vecinos para cultivarlo. El lema era la tierra es de quien la trabaja. El método funcionó hasta que comenzaron a agotarse las zonas de bosques vírgenes y hasta que el desplome del precio mundial del café generó una importante crisis económica. En ese momento, la competencia por el acceso a la tierra –hasta entonces abundante– exacerbó las tensiones étnicas y económicas y finalmente llevó al conflicto.
Actualmente el país vive un difícil proceso de paz pero hay algunos avances positivos. El primero, que el Gobierno ha decidido publicar los ingresos estatales por el cacao, como primera medida para atajar la corrupción. El fiscal general, por su parte, ha procesado a miembros de las empresas del sector (estatales y semi-estatales) que desviaban fondos para el gasto militar. Los progresos son, sin embargo, frágiles.


La comunidad internacional cada vez más activa


La comunidad internacional ha sido cada vez más activa a la hora de reconocer este papel de los recursos en el inicio, intensidad y duración de los conflictos y, en ocasiones, ha calificado el fenómeno de amenaza para la paz y la seguridad internacional. A la vez, las graves violaciones de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario (DIH) que se producen en estos contextos han sido uno de los factores detrás del desarrollo del concepto de la responsabilidad de proteger: es decir, que existe un deber de proteger a los civiles en estos contextos cuando sus propios Estados no quieren o no pueden hacerlo.
En el marco de estos conflictos una cuestión clave es el acceso de esos recursos a los mercados internacionales, y el hecho de que en muchas ocasiones los beneficios obtenidos sirven para comprar armas con las que continuar la guerra. La ONU ha estudiado estas situaciones caso por caso y ha ido estableciendo embargos sobre diamantes, petróleo, armas, etc. Estos embargos han tenido resultados desiguales. Pero la mayor conciencia sobre los efectos de estos conflictos también ha llevado a que, desde ámbitos gubernamentales y no gubernamentales, se hayan puesto en marcha distintas iniciativas para impedir o regular el comercio de estos recursos. Un ejemplo es el Proceso Kimberley para regular el comercio de diamantes o la iniciativa Publish What You Payque persigue la transparencia de las empresas extractivas (tales iniciativas y resultados serán abordados en un siguiente análisis). Aparte de la ONU, otras instituciones, como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo o incluso el G-8, se han ocupado de los conflictos por recursos. Sin embargo queda mucho por hacer. Entre otras cuestiones, no se ha logrado una definición derecursos del conflicto que permita una aproximación más coherente y sistemática a estos contextos.


(*) La autora esperiodista y analista de temas internacionales. Profesora de varios posgrados en universidades españolas. Actualmente es responsable de la campaña de desarme de Greenpeace.-

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