viernes, 29 de marzo de 2013

ALEJANDRO LAIME Y JIMMY ÁNGEL


Alejandro Laime "El Ermitaño", nació en  Letonia, llegó a Venezuela después de la Segunda Guerra Mundial, fue el primer hombre en explorar  el bosque virgen y es el primero en hacer un mapa de toda el área alrededor de El Salto del Ángel. 
Vivió por más de 40 años en la Isla de las Orquídeas  frente del Salto Ángel. Realizo múltiples expediciones por el auyantepuy y sus alrededores  y siempre quedo fascinado por la belleza, riqueza y vistas impresionantes del Salto Ángel y el resto de las formaciones rocosas que conforman los tepuyes. En el "Mirador de Laime" se puede sentir la atmósfera de la cascada más alta y antigua del mundo, descubrir su flora y fauna que son parte del tesoro natural de esta región. Después de mudarse a Canaima, Laime condujo expediciones a través de las selvas del sur de Venezuela.
 




Llegó a la cima del Auyantepui en 1955, y junto con su socio Manuel Fiorentino fueron los primeros en llegar al lugar donde estaba "El Flamingo" el avión Jimmy Ángel. 

 Exploró la superficie de los Tepuyes, dio nombre varios ríos. Después de escuchar las noticias del famoso río de oro buscado por Jimmy Ángel, Laime, como muchos de sus contemporáneos, fue en busca del río. Jamás se conoció si en realidad Laime ha hecho público si realmente había conseguido el tesoro, pero amigos cercanos dicen que si había encontrado su tan buscada fortuna. Al morir Alejandro Laime en la chimenea de su choza fue encontrada una lata con 50 mil dólares.  Laime murió en 1993 de un ataque al corazón.
HISTORIA DEL AVIÓN DE JIMMY ÁNGEL.

La Fuerza Aérea de Venezuela inicia, el 6 de febrero de 1970, el rescate del avión «RYAN», modelo Flamingo que se encontraba intacto en la meseta del Auyantepuy, desde el año 1937, cuando Jimmy Ángel lo abandonó allí por resultar imposible el despegue.
Angel, piloto norteamericano que dio a conocer universalmente el Salto que hoy lleva su nombre, había aterrizado en la meseta del Auyantepuy creyendo que era terreno adecuado.
Sin embargo, era un fangal cubierto de gramíneas, lo que hizo que el avión se hundiera.

Aclaró el día 9 de octubre de 1937 y todo estaba dispuesto. El despegue se efectuó sin tropiezos, a las 11 y 20 a.m., llegando a los 15 minutos a la meseta, la cual sobrevolaron por escasos minutos antes de proceder al aterrizaje. No podía ocultarse la emoción que embargaba a los osados presentes ante la gran incógnita de posarse sin dificultades en el Auyantepuy.
Tan dispuesto iba Jimmy a efectuarlo, que una vez alineado el avión con la supuesta pista y de que el terreno lucía propicio, cortó motor, magnetos, y todos los switches fueron pasados a off; la suerte estaba echada... El "Flamingo" dócilmente comenzó a rozar la superficie con sus tres ruedas -en posición perfecta de un aterrizaje de tres puntos- y dejando una huella con sus cauchos entre los mogoticos de hierba, pero cada vez más profundas a medida que crecía la velocidad y las alas perdían su sustentación. Todos guardaban un elocuente silencio hasta que se oyó una voz. Era la de Gustavo Heny, quien desde el fondo de la cabina gritaba:
Pull-out Jimmy... pull-ot...

Coincidió la alerta con un pequeño salto del avión antes de caer en un terreno más blando aún, y esto trabó su tren delantero y con la inercia levantó la cola hundiéndose el morro hasta el eje del motor y quedando en esa posición, como si dijera:
Auyantepuy, ante ti me rindo...
Eran las 11 y 45 a.m.
Dentro de la cabina se produjo cierta confusión, pues se rompió el "cinturón de seguridad" de Gustavo Heny, que era de mecate o cabuya. Su larga humanidad -1,90 metros- pasó entre Miguel y María, yendo a caer a horcajadas sobre Jimmy, donde, con el volante y el panel de instrumentos, quedaron incómodamente trabados.

A instancias de Jimmy, María y Miguel saltaron del avión, mientras él y Gustavo salían -prácticamente gateando- por la puertecita delantera, pues aunque con poca gasolina, ésta se filtraba por una de las alas que servía de apoyo al avión en tan incómoda posición.
Afortunadamente no se produjo fuego en el avión, debido a las precauciones tomadas por Jimmy, y aparte del susto al ocurrir el accidente, los cuatro pasajeros se encontraban sanos y salvos. Constatando esto, su primera labor fue enderezar el avión utilizando el mecate que llevaban, lo ataron a la cola y tiraron de él.
El examen preliminar de la nave reveló la ruptura de una tubería del radiador del aceite del motor y una pequeña abolladura en el ala izquierda, lo cual hubiese sido fácil de reparar. Donde estribaba la mayor dificultad, y que no estaba entre sus posibilidades, era el sacar el avión del atolladero, pues se encontraba asentado sobre el fuselaje con su tren de aterrizaje completamente enterrado en la blanda superficie.
Las FAV lo rescataron en esta fecha, lo expusieron en el Museo Aeronáutico de Maracay, donde lo restauraron y construyeron una réplica y luego lo devolvieron al Estado Bolívar, en cuya capital permanece exhibido, en el Parque Leonardo Ruiz Pineda.

El avión «RYAN», modelo Flamingo en 1937, cuando Jimmy Angel lo abandonó allí por resultar imposible el despegue.

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